Antiguas leyendas situaban la Fuente de la Eterna Juventud en algún lugar del nuevo territorio de Florida. Muchos se aventuraron en su búsqueda pero no se sabe a ciencia cierta si la encontraron. Hoy en día hay una Fuente de la Juventud, en San Agustín, Florida, aunque hay otros lugares que compiten por este título.
Sobre todo, los centros de servicios de cirugía estética.Read in English with Google Translate
Lee también: Tips y productos de belleza a partir de los 50 años
Los avances científicos han permitido alargar la esperanza de vida de las personas. Ante ello, los hombres, pero en mucho mayor medida las mujeres, sienten la imperiosa necesidad de ralentizar, o incluso revertir, el natural proceso de envejecimiento. Desean que su aspecto exterior esté en consonancia con su juventud interna.
Tu espíritu indomable
Desde luego hay circunstancias que desencadenen la decisión de someterse a tratamientos de cirugía plástica. Las presiones laborales, o la sensación de poder ser reemplazados por empleados más jóvenes o más bellos, sería un ejemplo. Los conflictos de pareja y las diferentes maneras de enfrentar la vida también podrían influir. Pero hay dos situaciones que se llevan la palma; el divorcio y la independencia de los hijos. En ambos casos, pareciera resurgir en cada persona el espíritu indomable de la juventud. Levantarse cada mañana con esas intensas ganas de estar bien, de agradar y encarar con bríos renovados la nueva etapa puede llevarte a la mesa de operaciones para mejorar tu aspecto.
Lee también: 5 errores de belleza que envejecen
La fuente está dentro de ti
Uno de los errores más comunes de una intervención estética es creer que por sí sola te cambiará la vida. Los especialistas advierten que solo representa la frutilla que corona el postre de la transformación interior. Para verse bien por fuera, hay que estar bien por dentro, dicen. Los sabios maestros han señalado desde siempre que el verdadero cambio se produce en nuestro interior. Está en la predisposición para vivir y disfrutar de la vida. Radica en el ánimo de sentirse bien y ser más humano, más amable, mejor persona. Viajar, aprender, ser sociable y darse permiso para disfrutar del placer es una de las más reconfortantes fuentes de renovación y sabiduría.
Espero que después de leer esto, al mirarte en el espejo, sonrías. Si es así, sabrás que tu proceso de transformación ha comenzado. Quizá hayas encontrado en tu interior aquella fuente que tanto desvelaba al aventurero español y descubridor de Florida, Juan Ponce de León.