Uno de los trastornos que pueden traer los cambios hormonales durante la menopausia es el insomnio. La dificultad para conciliar el sueño, despertarse varias veces durante la noche o no lograr un sueño profundo es un problema que altera la vida de quien lo padece. Nada más placentero y reparador que un sueño profundo, y todo lo contrario cuando la relación con la almohada se ve alterada.
Fruto del insomnio, vienen problemas de memoria y concentración, pero sobre todo se siente un gran cansancio que interfiere en las actividades diarias. Durante la menopausia, los sofocos y el aumento de peso (que puede afectar al sistema respiratorio) son dos factores más que se suman para empeorar la calidad del sueño.
Pero hay soluciones. A continuación te contaré algunos remedios para que puedas lidiar con el insomnio, pero si vez que el problema persiste, acude a un médico especialista en trastornos del sueño para que evalúe tu situación particular. En caso de ser necesario, hay tratamientos farmacológicos para esta problemática.
El sitio Univision consultó a varios profesionales expertos en el tema y recomienda los siguientes remedios caseros que aquí te comparto:
- Un vaso de leche caliente: la leche contiene melatonina, una hormona efectiva contra los trastornos de sueño.
- Infusiones antes de dormir: valeriana y tilo, por ejemplo, son dos plantas que ayudan a dormir ya que tienen propiedades sedantes. Prepara un té y mantén la constancia de tomarlo cada noche, un ratito antes de acostarte.
- Meditación: entre los tantos beneficios de esta práctica, está la de regular los ciclos del sueño.
- Música y audios: hay melodías que fueron creadas como terapia para relajar el cuerpo y ayudar a conciliar el sueño mejor por la noche, del mismo modo que existen audios de meditaciones guiadas. Acuéstate cómoda, relaja cada parte de tu cuerpo y concéntrate en la música, los sonidos o la voz que guía.
- Aromatiza con lavanda o flor de azahar: estos aromas relajan el sistema nervioso, calman la ansiedad y ayudan a dormir. Pon un difusor en tu habitación y crea un ambiente más propicio para el sueño.
- Haz ejercicio: la actividad física reduce el estrés y la ansiedad, lo que deriva en una mejor calidad de sueño. Eso sí, no hagas ejercicio antes de acostarte porque puede producirte el efecto contrario.
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Y así como hacer todo esto contribuye a mejorar el insomnio, también hay cosas que debes evitar si quieres conciliar el sueño pronto y en profundidad:
- Contrólate en la cena: una digestión más difícil producto de una cena pesada atenta contra el buen dormir. Tampoco te acuestes sin comer.
- Mantén la notebook lejos de la cama… ¡y el celular también!: en estos tiempos es difícil desconectarse, pero las pantallas luminosas son ideales para desvelarse. Apágalos y apártalos de tu cama, cueste lo que cueste.
- Sé rutinario: no en la vida, pero sí en lo que se refiere a acostarse y levantarse. Mantener horarios parejos hará que tu cuerpo se acostumbre y sea más fácil regular el ciclo de sueño. Tampoco es buena idea dormir siestas.
No consumas nada de esto: café, alcohol ni tabaco hasta 4 horas antes de acostarte, ya que funcionan como estimulantes que mantendrán tus ojos abiertos en el momento en que no lo necesitas.