Siempre me gustó cumplir años, pero este año me ha pasado algo rarísimo. Resulta que en vez de cumplir los 43 que yo juraba que cumplía, ¡pues cumplía 44!
Estuve desde varios meses antes de la fecha pensando y diciendo que cumpliría 43 años. Nunca me detuve a sacar cuentas, lo cual me hubiera sacado de mi error rápidamente.
La noche de mi cumpleaños, con mi familia en la casa para la celebración mi hermana y mi mamá no dudaron en sacarme de mi error, con las cuentas muy claras. En ese momento sentí que de alguna manera me habían robado un año de vida. Una cosa es que a uno no le importe decir su edad y otra muy diferente cumplir dos años en uno.¿Qué había hecho que yo, sin pensarlo y sin decidirlo me hubiera restado un año?
La verdad es que este último año he sentido con más fuerza el efecto del paso del tiempo. Los principales cambios, y en lo que me he enfocado con más fuerza, han sido los cambios hormonales, que me han llevado a modificar mi estilo de vida, la alimentación y rutina de ejercicios. También había ido notando cambios en la piel, en la forma del cuerpo, en la aparición de las canas y en la visión, entre otros.
Ahora resulta que no tengo algunas canas aquí o allá, sino que creo que tengo más canas que pelo castaño. Además siento que en mi rostro aparece una nueva arruga cada semana.
Ya perdí la batalla con los lentes, ahora los necesito cada vez más, y para empeorar la situación, dos semanas antes de mi cumpleaños, apareció una contractura muscular en la espalda al mover un mueble limpiando la casa.
Esto nunca me había pasado y claro, como estaba a punto de cumplir años, lo achaqué a que me estaba “poniendo vieja”.Ante todo esto, solo tengo dos opciones, seguir buscando y encontrando signos de envejecimiento o verlo todo desde otro punto de vista, uno más útil que me permita usar a mi favor el paso de los años.
He decidido tomar la segunda opción y quiero compartir contigo cuatro formas de manejar el paso del los años a nuestro favor.
Lee también: Cumplir 50 ó más con alegría
- Preocúpate solo por lo que puedes controlar.
Soy coach de vida. Una clienta mía estaba muy angustiada por cumplir 35 años y no haber logrado algunas cosas que hubiera querido lograr en su vida. Sentía que se acercaba el final, como si ya no le quedara tiempo. Ante esto le pregunté: ¿Cuántos años piensas vivir? Y en ese momento se dio cuenta de que no estaba cerca del final en absoluto. Luego le pregunté: esos años más que piensas vivir ¿cómo los quieres vivir? Entonces decidió dejar de enfocarse en su edad y tomar acción para lograr sus metas. Es un simple cambio de perspectiva. No podemos controlar el paso del tiempo y cuánto nos queda por vivir, pero sí podemos controlar cómo vivimos el tiempo del que disponemos. - Haz cosas diferentes para lograr resultados diferentes.
Lo que nos ha funcionado hasta este momento puede no funcionar en el presente o incluso en el futuro. Los cambios tanto físicos como emocionales que se producen en la mujer después de los 40 requieren de nuevas estrategias y nuevas herramientas para manejarlos. En estos últimos años yo he cambiado mi dieta completamente. He dejado de comer azúcares, carbohidratos y carnes rojas y he incorporado los jugos verdes. Esto me ha ayudado a controlar mis niveles hormonales. También cambié mi rutina de ejercicios incluyendo más cardio (corro 3 veces a la semana), lo que me ha ayudado física y emocionalmente. En el área emocional y en el área práctica, manejo mi tiempo de manera diferente. Todo esto ha resultado en que he recuperado la vitalidad de siempre. Lo importante es conseguir lo que funciona para ti y ponerlo en acción. - Analiza los logros y las cosas que puedes agradecer.
Muchas veces una va por la vida haciendo cosas sin reparar en el impacto de nuestras acciones. Subestimamos nuestros logros. En mi caso, cada vez que siento que se me acaba el tiempo y que aún me queda mucho por hacer, miro hacia atrás y hago un recuento de mis logros, lo cual me da mucha satisfacción. Los logros son simplemente logros y merecen ser celebrados. Así mismo, ser capaces de distinguir las bendiciones con las que contamos en nuestra vida, nos da la base para seguir adelante honrando esas bendiciones. Lo importante es reconocer nuestros logros y nuestras bendiciones y aprender de nuestros errores, para poder aprovechar el tiempo que queda. - Ejercita la compasión hacia ti misma.
No podemos dar aquello que no tenemos, lo que implica que no podemos ser compasivos con otros si no somos compasivos con nosotras mismas. Con ser compasiva no quiero decir que nos resignemos a la situación sin tratar de mejorarla. Me refiero a ser objetivas, a aceptar nuestras imperfecciones, a entender nuestra situación actual. Saber cuáles son nuestros recursos y qué necesitamos para manejar la situación actual e incluso las que se vayan presentando en el futuro.
¿Cómo afrontas tú el paso de los años?