He escrito bastante sobre las muchas ventajas que le encuentro a tener más de 50 años. Pero claro, como todo en la vida, esto es algo que no siempre es igual. Un día puedo sentirme como una diosa y otro, llevada de la fatiga de la menopausia, pensar que me gustaría volver a los 30.
Comparto aquí lo que más y lo que menos me gusta de tener ya una cierta edad, y espero que te inspire a compartir los pros y contras que tú le ves a esto de haber pasado la mediana edad.
Lo que más me gusta de tener más de 50 años
- Que (la mayoría de los días) pienso que los llevo bien.
- Ahora me acepto y me gusto más que cuando tenía veinte o treinta años.
- Tengo más paciencia para todo.
- Me siento más serena.
- Soy más asertiva.
- Sé lo que no quiero en la vida.
- Estoy más abierta a nuevas experiencias.
- No soy el dinosaurio que imaginaba que sería, cuando pensaba en mi edad actual a los quince años.
- Estoy satisfecha de mis logros personales y profesionales.
- ¡No soy la única! Me consuelo pensando que hermanas y amigas me acompañan en el camino hacia la madurez.
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Lo que menos me gusta de ser cincuentona (o cincuentañera)
- Que no hay vuelta atrás. Tendré que ir acostumbrándome a envejecer físicamente.
- No sé qué decir cuando mujeres más jóvenes hablan delante de mí de las «esas mujeres que tienen hijos siendo ya mayores», sin suponer que yo sea una de ellas.
- Que cuando mis hijas tengan la edad que tengo yo ahora, yo tendré noventa y pico.
- Tengo menos tiempo por delante para conseguir algunos objetivos, y ya tuve que renunciar a otros.
- Cuando duermo poco, aparento diez años más.
- Pertenezco a la generación de mujeres que intenta serlo todo: madre, amiga, esposa, y profesional, y que nunca encuentra el perfecto equilibrio.
- ¡No soy la única! Impresiona comprobar cómo el paso del tiempo nos alcanza a todos por igual.
Y tú, ¿cómo llevas el paso de los años? ¿Cómo te sientes en tus mejores días y qué te abruma de los no tan buenos?